Tuesday, February 28, 2006

La Guna insospechada




... sobre los tejados habita un ser de pies frios como los de un muerto, susurra cosas ininteligibles de alguna tierra, la fantasia y la ilusion ya le han quemado toda energia para vivir, mira la noche y los otros tejados como orgulloso de sus aluras y su soledad. Canta a veces sobre la vida de los pajaros o miente un pasado de señor. Es un poco penoso verlo a veces comerse lo que los tejados dejan en el tiempo. Tengo la impresion de no haber sido visto nunca por este ser repugnante, de hacerlo seguramente me perseguiria hasta la muerte. El es muy astuto en como matar a quien le ha profanado su soledad. Hay veces que le temo cuando me sobresalta su sonrisa profana desde el espejo, el cuadro mas ilustrativo de la miseria.
Algas del cielo te moveran en mareas, ahogate en silencios y olvidos, cambia de piel y escurrete a una de las cuevas donde eres hermano del barro. Criatura del tejado, tus indgaciones sobre el barro son abominables al gusto del que paladea vientos de esperanza y libertad. Tu lengua es negra, tus ojos no tienen pupilas y miran el momento fugaz del instante. Hundeme en mi estomago tu mano resbaladiza y quita lo que has puesto sobre otros atardeceres. Te regalo mi vientre, en mis visceras veras el futuro, un oscuro mundo que se nos acerca, abandonando mundos que han muerto, parasitos de voraz apetito son ustedes los que escriben, caminan sobre los tejados acosando la poesia libre de los hombres y la encierran torpemente en libros ¡Si, te hablo a ti imbecil que me escribes! ¡Dejame en paz!